"No tenemos servicios ni agua potable. Tampoco hay ambulancias, sólo por las tardes viene un ATS. Si nos hacemos un corte, podemos hasta desagrarnos", denuncian los trabajadores.

Los obreros, contratados por las empresas Ticsa y Entrecanales, adjudicatarias de las obras, reivindican también el cumplimiento del convenio colectivo, que marca un tope de 40 horas de trabajo a la semana.

El secretario provincial de la de Federación de la Construcción de UGT, Antonio Alarcón, explicó que el conflicto se inició en septiembre del año pasado, ya que "desde entonces hay compañeros cobrando con pagarés y cheques sin fondos".

Asimismo, indic que en ocasiones llegan a trabajar más de 10 horas al día, lo que ha provocado que los obreros hayan tomado esta decisión, acordada en "votación secreta para que nadie se pueda sentir coaccionado".

Los obreros, que permanecían hoy reunidos en asamblea a las puertas de la futura prisión, han anunciado que mañana volverán al trabajo. No obstante, advierten que si en el plazo de una semana la Administración o la empresa no dan una solución irán a una huelga indefinida.

La cárcel, situada en la afueas de Huelva, está considerada por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias como una obra urgente, debido a que la única prisión que existe en la provincia sufre una gran masificación, según han denunciado funcionarios que trabajan en ella.