UNA GUERRA NUCLEAR REDUCIRIA LA TEMPERATURA DEL PLANETA ENTRE 5 Y 20 GRADOS, SEGUN LA ONU

MADRID
SERVIMEDIA

Una guerra nuclear a escala mundial provocaría que la energía solar que reciben las latitudes medias del hemisferio norte disminuyese un 80 por ciento y, paralelamente, habría un descenso de la temperatura continental de entre 5 y 20 grados centígrados, en un plazo de dos semanas, segn un informe elaborado por un grupo de expertos para la ONU.

Además, en las zonas templadas y tropicales del planeta, las lluvías disminuirían en torno a un 80 por ciento, lo que agravaría los efectos negativos para la ecología y la agricultura.

En algunas regiones, la temperatura llegaría a alcanzar un nivel inferior al punto de congelación, incluso en verano.

Después de un mes, la considerable reducción de la luz solar, la disminución de la temperatura varios grados bajo el nivel normal y a desaparición de las precipitaciones y los monzones del verano, pondrían en peligro la producción agrícola y la supervivencia de los ecosistemas naturales.

HAMBRUNAS GENERALIZADAS

La población superviviente, tanto de los países que hubieran sufrido un ataque nuclear como del resto, correrían el peligro de enfrentarse a hambrunas generalizadas.

Esta situación empeoraría ante la desaparición, casi total, de los servicios y centros sanitarios en los estados atacados y la posibilidad de que aumentra la radiación ultravioleta y sus efectos dañinos.

Por otra parte, la inyección en la estratosfera del óxido nítrico generado por la bola de fuego nuclear, el aire proveniente de la baja atmósfera y el desplazamiento de aire de la estratosfera baja reducirían el volumen de ozono estratosférico.

Los cálculos de los expertos que suscriben el estudio sitúan la bajada de la capa de ozono en alrededor del 50 por ciento, lo que provocaría una mayor radiación solar ultravioleta de efectos negativos durnte varios años.

Las zonas ajenas a la contienda no escaparían a sus efectos, ya que los efectos causados por las explosiones nucleares y la destrucción de las instalaciones atómicas se extenderían a todo el mundo y sería una fuente de constante radiación durante años.

El informe concluye que los efectos directos de un intercambio nuclear de gran envergadura precipitaría la muerte de centenares de millones de personas, pero sus efectos indirectos aniquilarían a miles de millones más.

BOMBAS ATOICAS EN EL GOLFO

Los barcos estacionados en la zona del Golfo Pérsico llevan, en total,unas 600 bombas atómicas a bordo, según las estimaciones de la organización ecologista Greenpeace.

A este dato hay que añadir, según los ecologistas, los 25 buques de superficie y submarinos que transportan 80 misiles nucleares "Tomahawk" de largo alcance.

Además, los pozos petrolíferos de Kuwait -un 10 por ciento de las reservas mundiales del llamado "oro negro" están asentadas en la zona del conflicto también constituyen un grave peligro para la población de la región.

Los ecologistas mantienen que el ejército iraquí ha minado los aproximadamente 1.000 pozos petrolíferos que hay en Kuwait y ha construido una trinchera, "con el objetivo de llenarla de petróleo y utilizarla como una barrera ardiendo en caso de producirse un ataque por tierra".

Asimismo, estiman que pueden arder 13 millones de litros de petróleo por día y que otros nueve millones serían vertidos diariamente a las aguas del GolfoPérsico.

EMISIONES CONTAMINANTES

"De quemarse los pozos de Kuwait", agregaron los ecologistas, "se produciría una nube tóxica que impediría la entrada de la radiación solar, provocando una caída de las temperaturas de más de 20 grados".

"Al quemarse esta inmensa cantidad de petróleo", continuaron, "se adelantaría el efecto invernadero en 30 años respecto a la situación prevista, de continuar aumentando las emisiones contaminantes".

El profesor Richard Scorer, meteorólogo del London Imperia College, cree que la nube que provocaría el incendio de los pozos "podría extenderse por todo el mundo en un mes. Es seguro que cualquier país adyacente con el Golfo estaría en riesgo".

Para Greenpeace, estos datos demuestran que "la guerra afectará a toda la humanidad", ya que la industria del armamento ha alcanzado "tal desarrollo que ningún conflicto bélico de los ocurridos hasta hoy sería comparable a este".

La organización ecologista calificó de absurdo "el derramamiento de sangre por petróeo" e insiste en que "mientras los políticos y militares discuten supuestos tácticos, los ciudadanos ven horrorizados e impotentes cómo se compromete la supervivencia del planeta".

Finalmente, insistieron en el apoyo a las políticas energéticas basadas en el desarrollo de las renovables, "ya que reducirían de manera espectacular la dependencia mundial del petróleo. El mundo puede seguir viviendo sin petróleo, pero no después de un infierno nuclear".

(SERVIMEDIA)
17 Ene 1991