En una entrevista concedida a este diario, la universitaria asegura que "a veces me arrepiento. Desde pequeñita, mi única obsesión ha sido estudiar y no sé si habrá merecido la pena haber dedicao tantas horas ...".

"Lo que ahora de verdad me apetece es conseguir un buen puesto de trabajo que me permita disfrutar del tiempo libre para dedicarlo a mis amigos y a hacer lo que me dé la gana con tranquilidad", añade la estudiante madrileña.

Maria Luisa Rodríguez afirma que no ha empleado ningún truco ni artimaña para conseguir su impecable historial académico y tampoco se considera una inteligencia fuera de serie. "Por supuesto que tonta no soy, pero lo que es a echar horas estudiando no cre que me gane nadie", indica.

Para "estimularse", sólo ha recurrido al café. "No he tomado nunca ninguna otra droga, ya que el café me mantiene lo suficientemente despierta. La carrera ha conseguido hacerme cafeinómana sin gustarme el café. Me lo tomo de un trago, frío y sin azucar".

Ahora, junto a los apuntes lleva un cronómetro, algo que obedece a que "en las oposiciones es indispensable responder correctamente en un tiempo muy escaso, y en casa con el cronómetro sé si voy a ser capaz".

Aseura que en los días de examen sólo confiaba en su preparación. "Soy católica", relata, "pero no de las que llevan estampitas, ponen velas y eso. El que no estudia, por mucho que rece...".

Sin embargo, siempre ha sido fiel a dos ritos, que rayan con la superstición: estrenar un boligrafo "bic" y no lavarse el pelo por lo menos durante las 24 horas que anteceden a la prueba. Lo segundo responde a que "de pequeña yo creía que cuando te lavabas la cabeza se iban también las ideas por el agujero del lavadeo: Ahora sé que no puede ser verdad, pero no lo puedo evitar".

Su afición al estudio comenzó de pequeña. "Salía de la escuela y me iba corriendo a estudiar. Me madre me regañaba y le decía a mi hermano que me sacara, pero no había manera. Ni siquiera la tele me distraía; al revés, en cuanto se descuidaban mis hermanos yo se la apagaba".

Los frutos se plasmaron en una EGB terminada con media de sobresaliente, un Premio Extraordinario de BUP y matrícula de honor en COU. Gracias a ello, la carrera d Derecho no sólo no le costó ni una peseta, sino que le ha proporcionado algunos ahorros, gracias a las becas y premios logrados por su aplicación.

En cuanto a sus aficiones, confiesa que no le gusta oir música ni la lectura, esto último porque "después de horas y horas leyendo libros y apuntes me siento incapaz de leer otra cosa". Los sábados y los domingos se relaja saliendo con los amigos a tomar copas.