Discapacidad visual

Una escritora prácticamente ciega asegura que "la vista es secundaria" para escribir

- Este jueves presenta en Murcia su primera novela, una obra de ciencia ficción

Madrid
SERVIMEDIA

María Merino Hidalgo tiene el síndrome de Charge, una enfermedad rara que le ha dejado prácticamente ciega. Sólo ve a través de un ojo con un resto visual del 16%. Pero cuando se pone a escribir su mirada no encuentra límites. Este jueves presenta su primera novela: ‘Orión. El legado de un imperio’.

María es, por encima de todo, una mujer agradecida y asegura que se siente “afortunada” porque sabe que esta patología puede conllevar enfermedades cardiorrespiratorias, o incluso autismo. “Gracias a Dios a mí no me ha pasado nada de eso”, confiesa en una entrevista a Servimedia. “En mi caso me ha afectado fundamentalmente la visión ya que tengo coloboma de retina, que quiere decir que parte del tejido que forma el ojo no existe, y también tengo déficit auditivo de un oído”, explica.

A esta murciana de 21 años el síndrome de Charge, lejos de suponer ‘una carga’, nunca le ha condicionado para cumplir sus objetivos. “Tener una discapacidad te puede limitar la vida en mayor o en menor medida, pero en mi caso no me ha marcado en absoluto a la hora de escribir”, afirma con contundencia.

Este jueves la escritora novel hará realidad uno de sus sueños: la publicación de su primera obra narrativa, ‘Orión. El legado de un imperio’, editada por el sello Seleer. “Espero que sea la primera entrega de una saga de ciencia ficción”, explica María. Será a las 19.30 horas en el centro cultural Las Claras de Murcia, en plena semana literaria por el Día del Libro que se celebra cada 23 de abril.

UNA VIDA ENTRE LIBROS

Hasta llegar a la culminación de su objetivo, esta joven ha recorrido un largo camino, pese a su juventud. Fue diagnosticada cuando tenía siete años. "Perdía visión, empecé a tener déficit auditivo y algunas afecciones más, pero los médicos no sabían qué me pasaba", recuerda. “Incluso llegaron a pensar que tenía cáncer en los ojos. En realidad, se trataba de un coloboma de retina, un defecto por el que no termina de formarse una parte del tejido ocular”.

Es una de las diversas anomalías congénitas que caracteriza al síndrome de Charge, una enfermedad rara que según su Asociación en España tiene una incidencia de “una de cada 12.000 personas”. En España se calcula que hay, por lo menos “unas 3.800 personas con esta patología”.

María rememora su etapa escolar en la que los compañeros de clase, “como niños que eran”, se fijaban en “la chica diferente, la niña del síndrome raro”. “Me costaba encajar porque tenía problemas de visión”, recuerda una María totalmente recuperada de aquella época en la que ya empezó a leer con fruición literatura fantástica.

“Siempre me ha gustado la literatura y he leído novelas de misterio, de fantasía, etc. Además, siempre me ha gustado muchísimo escribir. Desde niña tenía mis diarios”, relata.

LA IMAGINACIÓN NO ENTIENDE DE VISTA

La historia que narra en su primera novela estuvo madurándose durante cinco años en su cabeza. “Hace tres años decidí ponerme en serio con esto de la escritura”. De hecho, María ya había tenido un coqueteo con la narrativa en su adolescencia, pero resultó una experiencia “algo caótica”, rememora. “Empecé a escribir dos libros, dos historias de amor simultáneamente, e iba saltando de una a otra”. Por supuesto, fueron proyectos inconclusos hasta que decidió apostar en serio por su ópera prima: ‘Orión. El legado de un imperio’.

“Empezó como una novela de misterio, pero conforme iba avanzando me di cuenta de que me había metido en un mundo que no podía explicar si no era a través de la ciencia ficción y la fantasía”, explica la escritora novel. “El resultado es una combinación de varios géneros literarios”.

Esta obra se ha ido adaptando a los virajes del destino. Lo mismo que le ha sucedido a su autora. "Hace dos años, cuando estaba inmersa en el proceso de escritura del libro, noté que empezaba a perder bastante visión”, recuerda la joven. Pasó de repente de tener cerca de un 45% de capacidad visual a un 16%. “Al principio sí que es cierto que, como todo en la vida, fue un duro golpe, pero siempre he sido muy echada para adelante así que me puse en contacto con la ONCE”, es afiliada desde niña, “y ellos me proporcionaron las herramientas necesarias, como la telelupa, para seguir escribiendo sin problemas”, explica.

La novelista tiene una mirada afilada para crear universos alternativos y llenos de fantasía. “Lo que se desarrolla a la hora de escribir es la capacidad imaginar y de crear. Y en ese proceso la vista es secundaria porque tú ves a través de la mente”, asevera. Afortunadamente, la creatividad no se mide con dioptrías y María es una joven con una mirada clara y abierta. No se cierra ninguna puerta y como en las tramas que ella construye, “otros mundos son posibles”.

Combina su pasión por las letras con el amor por “cuidar de las personas”, reconoce. “Estoy en el último curso para ser auxiliar de enfermería porque siempre me ha gustado el sector sanitario y de los cuidados”. Quizá porque ambos mundos comparten efectos terapéuticos.

(SERVIMEDIA)
25 Abr 2024
AOA/pai