El pasado martes, la comisaría de Chamberí tramitó una denuncia por robo en el citado inmueble. Funcionarios del Grupo de Investigación acudieron a la vivienda, cuya puerta estaba abierta, y omprobaron que el mobiliario tenía leves desperfectos.

Desde un primer momento, los policías pensaron que el robo podría haber sido cometido por alguien que tuviera libre acceso al domicilio.

Tras hablar con la empleada de hogar, los agentes comenzaron a sospechar de su implicación en el delito, extremo que confirmaron al descubrir que una amiga suya efectuó algunos empeños en el Monte de Piedad.

Se trataba de algunas piezas sustraidas anteriormente, que no fueron echadas en falta por los prpietarios, según las citadas fuentes.

Julieta, que ya se había gastado 400.000 pesetas en el bingo, llevaba tres meses trabajando como empleada de hogar y estaba en trámite de regularizar su situación en España.

La mayor parte de las joyas fue localizada en una vivienda de Parla, donde residía la detenida, que las había escondido en un muñeco de peluche.