Los carbohidratos abundan en alimentos hasta ahora estigmatizados comoagentes causantes de la obesidad: azúcar, pan, patata, leche o miel, pero también en otros con mejor reputación, como todas las frutas y verduras, pasta, arroz, cebolla, soja o alcachofa.

Hoy en día, gracias al conocimiento más profundo de la digestión, la absorción y el metabolismo de los carbohidratos, los especialistas consideran que las personas con una dieta rica en estos componentes son menos propensas a acumular grasas que quienes consumen menos hidratos de carbono y abundante materia grasa.

Una comida rica en fibra suele tener más volumen y, por lo tanto, llena más. Según ciertos estudios, los carbohidratos proporcionan enseguida una sensación de saciedad, de modo que quienes los consumen abundantemente tienen menos propensión a comer en exceso.

También creen algunos expertos que, por lo general, los carbohidratos no se transforman en grasas porque el proceso de conversión es poco provechoso para el organismo, que tiende a utilizarlos más bien en forma de energía.

La OMS concluye ue, para cualquier persona de edad superior a 2 años, una buena dieta ha de contener un aporte energético derivado al menos en un 55% de los carbohidratos.