Este proyecto consiste en la realización de patrullaje marítimo conjunto entre fuerzas del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la Gendarmería mauritana, especialmente en aguas mauritanas, con el fin de controlar el flujo de barcos dedicados a la inmigración ilegal con destino a Canarias.

El coste aproximado de esta colaboración, que complementará al proyecto "Sea Horse" recientemente puesto en marcha por el Ministerio del Interior, será de unos 180.000 euros, de los que la Comisión Europea sufragará el 60%. El resto correrá a cargo de la Guardia Civil.

El principal objetivo del proyecto será desarrollar cursos específicos para formar a los agentes de la Gendarmería mauritana y de esta forma poder establecer un Servicio Marítimo moderno y eficiente que les permita combatir la inmigración ilegal de forma más eficaz.

De esta forma, según Interior, el control que ejercerá Mauritania sobre la inmigración ilegal redundará en una disminución de la presión migratoria hacia Canarias y, en general, hacia la Unión Europea.