La delegación viajó por iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores previa invitación de las autoridades colombianas, y estuvo formada por parlamentarios del PSOE, PP, CiU, ERC, PNV e Izquierda Unida.

A la luz de las reuniones mantenidas y a la observación en varios centros de votación, la delegación hizo pública una declaración en la que destaca que "el respeto a las normas democráticas y comportamiento cívico fue notable", en todos los centros visitados.

Precisa, no obstante, que en los días previos a las elecciones algunos sectores denunciaron la distribución de propaganda con textos "intimidatorios" que llamaban al voto "a una determinada candidatura".

"De confirmarse la difusión masiva de estos textos intimidatorios, merecería la censura en la medida en que sería un acto contrario con el adecuado desarrollo democrático de la campaña electoral", dicen.

La delegación considera que el proceso electoral ha concluido con la elección de Uribe, que "deberá ser nombrado presidente de Colombia de acuerdo con las provisiones constitucionales".

Añaden que Colombia vive un momento crucial para su futuro y que el desafío de la paz y las desigualdades sociales suponen retos insoslayables para las autoridades electas. Llaman por ello al diálogo entre partidos y a la designación del presidente en un clima de sosiego.