Los afectados, entre ellos los senadores Julián Grimaldos y Rufino Foz (ambos socialistas), José Luis Sáinz (PP) y el portavoz de los populares en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, sufrieron vómitos, fiebre y malestar general, aunque no se produjeron casos graves.

El almuerzo ue ofrecido el pasado miércoles, al término del pleno, por un restaurador especializado en platos de la cocina castellano-manchega y no por el concesionario del restaurante del Senado.

El menú estaba compuesto de las siguientes viandas: chorizo de la Mota, setas de la Jara, judías Sancho Panza de Toledo, artatunos de Cuenca, galianos de Ciudad Real, atascaburras de Albacete y morteruelo de Cuenca.

A los postres fueron servidos almendrados de Albacete, mostillo de Ciudad Real, queso Manchego, arro de boda de Guadalajara y mancheguitas de Toledo.

Aunque todavía se desconoce cuál fue la causa de la intoxicación, los responsables del Senado están analizando los restos de la comida para averiguar el origen.

Asimismo, los servicios médicos de la Cámara se encargaron e atender, desde la misma tarde del pasado miércoles, a todos los parlamentarios que acudieron a sus dependencias aquejados de vómitos y mareos.

Fuentes de los grupos socialista y popular explicaron a esta agencia que la mayora de los senadores afectados se habían reincorporado hoy a sus puestos. Unicamente José Luis Sainz, senador popular por Castilla y León, estaba dado de baja y permanecía en su domicilio con 37 grados de fiebre.

Estas fuentes precisaron que muchas otras personas asistieron al almuerzo y no habían sufrido ningún tipo de intoxicación alimentaria.