De igual modo, 14.314 se sometieron a los programas de escolarzación en enseñanza reglada no universitaria, universitaria y de otro tipo.

Otros 8.100 presos desarrollaron tareas laborales por las que percibieron un salario mensual que en conjunto ascendió a unos 2.500 millones de pesetas a lo largo del año pasado. Asimismo, 2.734 reclusos realizaron trabajos en beneficio de la comunidad, correspondientes a convenios con ayuntamientos y comunidades autónomas.

Según el informe del Ministerio del Interior, el año 2000 se cerró en todo el territorio nacional -icluyendo las comunidades autónomas con competencias en la materia- con un total de 45.764 presos, de los 35.815 son penados y el resto, 9.949, preventivos.

Del total, 42.053 son hombres y 3.711 mujeres. La mayoría de personas están encarceladas por delitos contra la propiedad (18.084). Otros 11.737 presos lo son por delitos contra la salud pública (tráfico de estupefacientes, etc.), 2.038 por delitos contra las personas, 1.550 contra la libertad sexual y 5.753 por otros motivos.

En relación con l clasificación en grados, se aprecia un incremento de los que disfrutan de segundo grado (régimen ordinario), pero también de los que han cometido delitos más graves, los de primer grado.

Así, más del 80 por ciento (22.131) de la población reclusa actual se encuentra en segundo grado de tratamiento, entre el 13,39% y el 15,32% (3.587) está en tercer grado (régimen abierto) y el resto, entre un 2,82% y un 3,11% (808), está en primer grado (régimen más restringido).

Destaca, por su evolución desde996, el aumento de 676 a 808, en la actualidad, del número de presos en primer grado (delitos más violentos).

Otro dato destacado alude a la edad de los reclusos. De acuerdo con el informe, "en relación con finales de los años 80 se ha producido un envejecimiento de la población reclusa", al mismo tiempo que el porcentaje de delincuentes con edades comprendidas entre 16 y 20 años ha descendido notablemente.

Así, mientras la edad media en 1996 era de 32,7 años, en 1999 se situó en 33. Igualmente, a población juvenil es prácticamente residual en la actualidad: un 2,5% en 1999 del total de población penada.

NUEVOS CENTROS

Respecto a las infraestructuras penitenciarias, durante el año 2000 se inauguraron tres nuevas cárceles (Córdoba, Algeciras y Segovia), con lo que ya son once los centros inaugurados desde 1996. Con la apertura de estas nuevas prisiones, la tasa de ocupación en los centros penitenciarios que dependen de Interior ha bajado de un 108% a un 106%.

Por otra parte, se ha inicido el plan de construcción de los Centros de Inserción Social (CIS) destinados a internos clasificados en tercer grado y con arrestos de fin de semana.

Asimismo, han entrado en funcionamiento 16 nuevas Unidades de Acceso Restringido para atención sanitaria a reclusos en hospitales públicos, lo que supone que ya están funcionando 36 de las 40 previstas.

Además, en la localidad madrileña de Alcobendas se inauguró una nueva unidad dependiente para madres con hijos. También a lo largo del año pasado e puso en marcha, de forma experimental, un programa de control de internos de régimen abierto mediante dispositivos electrónicos.

Por último, destaca la puesta en marcha de un programa de tratamiento para reclusos condenados por delitos contra la libertad sexual, previsto inicialmente en nueve centros, aunque ampliado a trece. Otro programa de tratamiento para personas que se encuentran en prisión por un delito de violencia doméstica comenzó su andadura durante el pasado ejercicio.