Una de cada tres no fue comunicada a la Delegación del Gobierno ---------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

esde 1987 se han celebrado en Madrid capital más de 4.000 manifestaciones en Madrid, de las que más de un setenta por ciento (una de cada tres) no fueron comunicadas a las autoridades gubernativas.

Precisamente, en estas concentraciones que no contaron con este permiso se produjeron más del 90 por ciento de los incidentes registrados en actos de este tipo, según explicó hoy el delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo.

El año pasado se celebraron 973 manifestaciones, mientras que la Deleación del Gobierno prohibió tan sólo 19, por considerar que en ellas podrían producirse alteraciones de orden público o daños para las personas o los bienes.

Las razones fundamentales de este tipo de concentraciones se deben, en más de un setenta por ciento de los casos, a reivindicaciones de carácter laboral (negociación de convenios), ciudadano-municipal (demandas en materia de vivienda) y de carácter educativo.

Crespo, quien destacó que sólo Andalucía, País Vasco y Cataluña están por delante d Madrid en cuanto al número de manifestaciones, recordó que la Constitución española, en el apartado relativo a la regulación del derecho de manifestación, no exige a los organizadores que soliciten autorización previa.

El delegado del Gobierno en Madrid se entrevistó hoy con representantes del Ayuntamiento, centrales sindicales y asociaciones de empresarios, vecinos y comerciantes, para intentar llegar a un acuerdo sobre la adopción de medidas tendentes a evitar los colapsos y cortes de tráfico produidos en las principales vías de la capital con motivo de la celebración de manifestaciones.

COMPROMISO

En la reunión, todas las partes llegaron a un compromiso para evitar en lo posible los trastornos que estos actos multitudinarios ocasionan a los ciudadanos, y para reducir el número de manifestaciones que no son comunicadas a la Delegación del Gobierno.

El acuerdo establece la necesidad de comunicar a las autoridades el itinerario de las manifestaciones, para que la Policía Municipal adopte ls correspondientes medidas en materia de circulación, así como el establecimiento de un servicio de orden por parte de la organización.

Igualmente, la Delegación del Gobierno ha recomendado que, siempre que sea posible, las manifestaciones no obstaculicen el tráfico en los ejes básicos de la ciudad, aunque comprende que muchas concentraciones tienen que ser celebradas frente a organismos e instituciones que son los encargados de ofrecer soluciones a las reivindicaciones planteadas.

El representane de CCOO, Gregorio Merchán, declaró al término de la reunión que los sindictos "no renunciarán al derecho legítimo de manifestarnos por Madrid y no vamos a aceptar estanques ni rockódromos para manifestantes. Nos manifestaremos allí donde entendamos que sea preciso, cumpliendo como siempre con la normativa en vigor".

EN CONTRA DE RESTRICCIONES

Merchán, que aseguró que la reunión convocada no tenía mucho sentido, insistió en que CCOO se opondrá a cualquier tipo de restricción que pretenda la Delegacón del Gobierno en cuanto a las manifestaciones que se vayan a celebrar en Madrid.

"Si queremos ir al Ministerio de Industria para protestar contra una reconversión, iremos allí; y si hay que protestar contra el ayuntamiento, iremos a la Casa de la Villa. Por eso no vamos a aceptar que haya que ir a ninguna calle especial para manifestantes", indicó.

El representante de CCOO dijo que el problema de los ciudadanos de Madrid no es que el tráfico se corte por una manifestación, sino que se tarde doshoras todos los días para llegar al trabajo, "y eso es una responsabilidad del delegado del Gobierno, que no ha ofrecido soluciones", precisó.

Julián Palomo, de UGT, explicó que la reunión fue de "sensibilización" y que su objetivo fue intentar apaciguar la situación que se produce en Madrid con las manifestaciones.

Palomo aseguró que los sindicatos ya cumplen con los tres requisitos solicitados por la Delegación del Gobierno: pedir autorización previa, dar a conocer los itinerarios y crear un sevicio de orden.

Prisciliano Castro, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), expresó su disconformidad con que haya calles en las que no puedan celebrase manifestaciones.

"Nos vamos a seguir manifestando donde más daño les podamos a hacer a los políticos, empresarios o a quien corresponda. El problema de Madrid no es el de las manifestaciones, sino el tráfico, la vivienda, la contaminación, la inseguridad y la vivienda", concluyó Castro.

(SERVIMEDIA)
29 Abr 1991
M