la protesta de ANPBA tiene su origen en unas declaraciones del portavoz del PSOE en materia de agriultura y ganadería, Jesús Cuadrado, quien manifestó su preocupación por que el decreto que regula la aplicación de los test con motivo del "mal de las vacas locas" pudiera "acabar con cabañas enteras de toros de lidia".

ANPBA dice a Zapatero que, "en vez de haber abordado el asunto sólo desde la perspectiva taurina, habría sido deseable que hubiera extendido su celo anti-sacrificios para incluir las cabañas bovinas no bravas, que pertenecen en su mayoría a medianos y pequeños ganaderos, que resultan vrdaderamente damnificados por el sacrificio masivo de sus animales, en vez de hacer el juego al latifundismo taurino".

Igualmente, la asociación afirma que Cuadrado "adolece de un profundo desconocimiento de la génesis zootécnica del 'ganado bravo', y es que el ganado de lidia no es una raza diferenciada y única, sino la miscelánea, la mezcolanza de muy diversas razas bovinas, manipuladas genéticamente por los ganaderos de bravo para dar lugar a un animal en el que se han potenciado hasta la saciedad nos caracteres psicológicos de acometividad, con el único propósito de adecuarlos a su fin: su utilización y martirio final en un espectáculo bárbaro".

Por otro lado, ANPBA recuerda a Rodríguez Zapatero que Pablo Iglesias, fundador del PSOE, "repudió los espectáculos taurinos hasta el punto de querer expulsar del partido a los aficionados", y que en el Manifiesto Revolucionario de 1917 "el PSOE exigía la prohibición de las corridas de toros".

A juicio de la organización, la política pro-taurina dl PSOE, puesta en práctica durante los años de gobierno socialista, "dio como resultado la proliferación de festejos taurinos populares", lo que resultó "nefasto" para la sociedad española y su imagen en Europa.

Por ello, ANPBA pide a Rodríguez Zapatero que apoye la decisión del Gobierno de prohibir la comercialización de carne de reses de lidia y que el partido se abstenga de hacer apología del "taurinismo".