La escollera, de uso comercial e industrial, afecta, según esa misma asociación, no sólo al río Eo, frontera natural entre AsturiasGalicia, sino también a las playas adyacentes a ese espacio natural asturiano.

Asimismo, la asociación hace constar en su denuncia el daño que la construcción de la escollera produce a las labores tradicionales y a la economía de las comarcas afectadas, incluída la propia comarca de Lugo.

El colectivo denunciante considera que la Xunta ha infringido diversos preceptos comunitarios, entre los que destacan las directivas sobre la evaluación de impacto ambiental, el derecho a la información, la proección de habitats naturales y seminaturales y de la fauna y la flora silvestre y la protección a las aves.

La asociación, que preside Juan Carlos Miranda, decidió acudir a la Comisión Europea porque considera que se trata de una cuestión urgente.

"Se podrían haber realizado otro tipo de actuaciones, como acudir a la consejería de Medio Ambiente", dijo Miranda, para agregar que "prueba de ello es que la propia consejería manifestó que se había enterado por la prensa".

Miranda consideró ademá que el problema no sólo afecta a Asturias, sino a un entorno natural que engloba también a Galicia.