Según informaron hoy fuentes de la Policía Municipal, el suceso se desencadenó sobre las 5,30 de esta mañana, en el cuarto piso del número 9 de la calle Hilarión Eslava, de Madrid.

Minutos antes de que Joaquina Beite clavase el cuchillo, de 25 centímetros de hoja, a su marido, vecinos del inmueble oyeron discutir fuertemente a la pareja. Aunque fueron los gritos del anciano los que alertaron al portero de la finca.

El empleado subió al piso a ver si los ancianos estaban bien yhalló al marido tirado en el dormitorio con la herida en el cuello y a la mujer en medio de un charco de sangre, porque se acababa de cortar las venas de las muñecas.

DEPRESIONES

Por ello, avisó a la Policía Municipal que trasladó al matrimonio al Hospital Clínico donde quedó ingresado. Ambos cónyuges fueron intervenidos quirúrgicamente y, según informaron esta mañana facultativos del centro, su vida no corría ya peligro.

La pareja residía en el cuarto D del citado inmueble desde hace muchos añs y, según los vecinos, nunca habían tenido ningún problema con ellos.

Hace unos años ingresaron en una residencia para la tercera edad donde permanecieron durante algún tiempo. Sin embargo, poco después la abandonaron y, desde entonces, la mujer sufría frecuentes depresiones.

José Pérez manifestó a los agentes que su esposa le había querido matar mientras dormía. Al parecer, la intención de la mujer era causar la muerte simultánea de ambos, según informó la Jefatura Superior de Policía.

QUEMO L PISO

Por otro lado, la Policía Municipal tuvo que intervenir anoche en otra violenta discusión que ocurrió en el número 104 de la calle Hermosilla,, donde un padre y su hijo se enzarzaron en una fuerte pelea que acabó cuando el último prendió fuego a su casa.

Por causas desconocidas, José Luis Arevola Contreras discutió con su padre, José Luis Arevola Rincón, y tras finalizar la disputa incendió su casa en varios puntos.

Las llamas se propagaron rápidamente por todo el domicilio, aunque pare e hijo salieron ilesos del fuego. Los bomberos actuaron de 8 a 9 de noche para sofocar el incendio, que destruyó por completo el domicilio familiar.