LAS ULTIMAS LLUVIAS SON INSUFICIENTES PARA PALIAR LOS EFECTOS DE LA SEQUIA
- Sólo aumentaron las reservas de agua en la mitad norte de la península
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Las últimas lluvias caídas sobre diversos puntos del país sólo han conseguido incrementar las reservas de agua en la mitad norte peninsular y resultan insuficientes para paliar los efectos de la sequía.
Julio González Alonso, jefe de la Sección de Meteorología Hidrológica de Instituto Nacional de Meteorología, declaró hoy a Servimedia que "no se puede decir que estas precipitaciones sean suficientes".
"Mayo se está caracterizando por la inestabilidad", agregó. "Estamos asistiendo a una situación fluctuante, pero el promedio de lluvias del año hidrológico sigue estando por debajo de la media considerada normal. Por ejemplo, en Madrid ha llovido alrededor de un 50 por ciento menos de lo usual".
Las últimas lluvias sólo han provocado un ligero incremento de las reserva de la mitad norte peninsular, mientras que en el resto de España la situación permanece prácticamente igual.
Los embalses cuentan con 22.612 hectómetros cúbicos de agua, es decir, están al 46,2 por ciento de su capacidad, un 0,79 por ciento más que hace una semana.
Las cuencas del Norte, Duero y Ebro fueron las más beneficiadas por las lluvias, mientras que las del Tajo, Guadiana y Segura registraron un aumento del agua embalsada casi imperceptible. Sin embargo, los embalses de las cuencas del Gadalquivir y el Sur están igual que hacen siete días, y los del Júcar y el Pirineo han sufrido un descenso en sus niveles.
Por cuencas, la del Norte está al 78,82 por ciento de su capacidad, la del Duero al 61,35, la del Tajo al 43,13, la del Guadiana al 16,91, la del Guadalquivir al 18,50, la del Sur al 46,63, la del Segura al 19,63, la del Júcar al 32,63, la del Ebro al 82,15 y la del Pirineo al 90,66.
Las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología indican que durante el próximo fin de emana el tiempo se estabilizará y predominará el ambiente soleado.
Por lo que se refiere a junio, Julio González indicó que no es posible aventurar si, al igual que ocurrió en 1992, volverá a llover, aunque recordó que ya el año pasado asistimos a una primavera lluviosa después de sufrir un invierno extremadamente seco en numerosas zonas del país.
(SERVIMEDIA)
26 Mayo 1993
GJA