A última hora de la tarde, seguían sin resultado ------------------------------------------------
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A pesar del refuerzo de los equipos de rescate, a última hora de esta tarde seguían sin aparecer los piagüistas José Antonio Sáenz y Javier Brugués, dados por perdidos desde el pasado sábado, día 23 de marzo, en el pantano de Valmayor, en Valdemorillo (Madrid), según confirmaron a Servimedia fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil.
Cerca de medio centenar de personas, coordinadas por fuerzas de la propia Guardia Civil, continuaron a lo largo de todo el día de hoy, en la búsqueda de los dos deportistas.
Según las hipótesis de los grupos de búsqueda, los piragüistas naufragaron cuando inentaban probar una nueva embarcación que habían adquirido recientemente, pese a que las condiciones climatológicas eran totalmente adversas.
De hecho, el día en que desaparecieron, las autoridades locales habían colocado señales y banderas de alarma para prohibir el acceso de bañistas y navegantes al pantano.
En las labores de rastreo participan, desde hoy, los Equipos Especiales de Salvamento de la Benemérita, fuerzas rurales de Galapagar, Valdemorillo y El Escorial, assí como buceadores del Gruo Especial de Actividades Subacuáticas y miembros de Protección Civil.
Además, a partir de esta mañana, los responsables de la operación de rescate pusieron en marcha un nuevo dispositivo de investigación, por si los dos deportistas estuviesen fuera del embalse de Valmayor.
De ese servicio se encargaron la dotación de un helicóptero, varios especialistas ayudados por perros rastreadores y un equipo de Protección de la Naturaleza, con motos de todo terreno.
Según señalaron integrantes de los rupos de trabajo, las características del embalse, con una cota máxima de profundidad de unos 50 metros y con aguas frías y turbias, están dificultando extraordinariamente el rescate.
"EL CANTABRICO ENFURECIDO"
El teniente Ortega, jefe de la operación de búsqueda, precisó,. en declaraciones a la Cadena Ser, que el viento que soplaba el sábado 23 hacía que el pantano pareciese "el Cantábrico enfurecido".
Por causa del viento, fueron suspendidos unos campeonatos de piragüismo previstos para el mimo día e incluso se prohibió la entrada al pantano.
Después de cinco días de pesquisas, lo único que los rastreadores han encontrado son los dos coches de los piragüistas, que estaban aparcados en la orilla del embalse, unos zapatos y un par de calcetines.
(SERVIMEDIA)
28 Mar 1991
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