EN LA ULTIMA DECADA MUIERON EN ESPAÑA MAS DE 1.200 AVES EN PELIGRO DE EXTINCION POR CEBOS ENVENADOS
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En los últimos 10 años murieron al menos 1.260 aves por ingestión de cebos envenados en España, según el informe anual elaborado por el Grupo de Ecotoxicología de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente.
Los resultados del informe, que publica el último número de las revista de los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, revela que también falecieron como consecuencia de estos cebos 60 mamíferos, entre los que había 17 lobos ibéricos y 1 oso pardo, especie gravemente amenazada.
El uso indiscriminado de cebos envenenados, una prácica ilegal, se ha convertido en la primera causa de mortalidad para muchas especies de la fauna ibérica. Los datos oficiales muestran "la punta del iceberg", ya que los expertos consideran que sólo se encuentra y analiza un 10 por ciento de los ejemplares muertos.
Entre las aves que murieron durante la última écada víctimas de este sistema de eliminación de predadores se hallan 68 emplares de águila imperial, 251 de buitre negro, 306 de milano real, 2 de de garza real, 1 de urogallo, 8 de búho real, 6 de cigüeña negra y 400 de buitre leonado.
Los datos del informe se basan en el estudio de 3.668 casos de envenamiento. Cerca del 31 por ciento correspondían a perros asilvestrados, un 8 por ciento a animales domésticos y un 43 por ciento a especies consideradas en peligro de extinción. Los cebos envenenados hn provocado que las tasas de mortalidad entre muchas especies amenazadas superen ya a las de natalidad.
Su uso indiscriminado es un problema generalizado en toda la geografía española, ya que se ha detectado su uso regular en 984 municipios, en la mayoría de los casos en fincas o cotos dedicados a la exploación cinegética.
Más del 41 por ciento de los casos se han producido en Andalucía, el 14 por ciento en Castilla y León y el 9 por ciento en Castilla-La Mancha. En estas tres comunidades son en as que está más generalizado el uso de estos cebos.
El análisis de la evolución de las muertes por envenamiento durante los últimos años muestra una tendencia al aumento a partir de 1996, si bien en 1999 se registró un descenso notable.
Sin embargo, son muy pocos los casos en los que los autores del delito fueron condenados. De las más de 600 actuaciones en las que se intentó emprender algún tipo de acción, sólo en el 9 por ciento se inicio un procedimiento judicial. De ese porcentaje, la mayoríade los expendientes fueron archivados por algún defecto de forma o sobreseídos antes del juicio por la falta de un responsable del delito. En los últimos 10 años sólo hubo 5 sentencias condenatorias.
(SERVIMEDIA)
23 Abr 2000
GJA