Castro recalcó que ni el Goberno socialista ni el PP formulan propuestas que hagan posible un pacto, y que sería necesario un "cambio radical" en la política económica para que UGT suscribiese un acuerdo social.

En su opinión, los sindicatos tienen muy claro que, con las actuales directrices económicas, un pacto social sólo puede significar, en lo que afecta a los trabajadores, una reducción del poder adquisitivo de los salarios.

Precisó que, en todo caso, su disposición a pactar no depende de quien gane las elecciones, porue "nunca UGT ha negociado en función del color o simpatía, sino de contenidos".

Por otra parte, Castro anunció que UGT pedirá la devolución al Gobierno del documento para la reforma del mercado de trabajo que envío al Consejo Económico y Social, durante la reunión que la comisión permanente de este organismo celebrará el próximo miércoles.

Según Castro, el documento es rechazable porque quiere equiparar el mercado laboral español "al de Taiwan" y porque llega en una situación de interinidad políica creada por el adelanto de las elecciones generales.

Agregó que los sindicatos no tienen ningún temor a que una eventual victoria del Partido Popular supusiese una reforma aún más liberalizadora del mercado de trabajo "porque es difícil añadir algo más conservador".

Insistió, a este respecto, que UGT trabaja "en clave sindical" y no política, y que se opondrá a ese documento aunque su actitud pueda ser interpretada políticamente como electoralmente contraria al PSOE.

"MUY FUERTE"

Señaló asimismo, que la inclusión del documento en el programa electoral del PSOE "sería muy fuerte", pero recalcó que la central socialista mantiene su posición de no recomendar el voto "ni a favor ni en contra de ningún partido".

En relación con el manifiesto que preparan algunos dirigentes de UGT en favor del PSOE (se barajan los nombres del dirigente de la construcción Manuel Garnacho y del líder del sindicato en Cataluña, Josep María Alvarez), no quiso expresar la actitud de la dirección.

Justific su silencio señalando que habrá que ver primero si el manifiesto realmente se produce y, en segundo lugar, si quienes los suscriben lo hacen a título personal o como dirigentes ugetistas.

REFORMA DEL MERCADO DE TRABAJO

La posición que UGT defenderá el próximo miércoles ante el CES, en relación con el documento gubernamental para la reforma del mercado laboral, señala que, de aplicarse éste, conduciría a "una inestabilidad en el empleo generalizada".

A su juicio, la propuesta del Ejecutivo da penos poderes a los empresarios en lo que se refiere a la movilidad funcional de los trabajadores y en la distribución del tiempo de trabajo dentro de la jornada o incluso a nivel mensual o anual.

También menoscaba la negociación colectiva de los salarios, facilita y abarata el despido y, en general, "impregna de economicismo y mercantalismo la legislación laboral".