El más satisfecho con las cuentas del Estado para el próximo año fue el líder ugetista, quien destacó su "coincidencia alta" con las prioridades presupuestarias para el próximo año, aunque matizó que pudiera haber incrementos más relevantes del gasto en materia de política social y vivienda, para lograr, en el marco del Plan de Vivienda 2005- 2008, la edificación de 100.000 pisos protegidos destinados a la venta, en lugar de los 78.000 previstos.

El superávit de las cuentas públicas, la recuperación de la economía europea o el alto ritmo de crecimiento económico son factores positivos, pero Méndez alertó de otras cuestiones menos halagüeñas como el encarecimiento de la energía, la "fuerte" competencia de las economías emergentes, las subidas de tipos de interés o la inestabilidad geopolítica.

En el plano interno, a esas incertidumbres se unen el elevado diferencial de inflación, el endeudamiento de las familias y el déficit exterior, además de la reducción de fondos provenientes de la UE.

Méndez instó a dar una mayor importancia a la política industrial, incrementar la inversión en I+D, reforzar el plano educativo para reducir a la mitad el abandono escolar y atender la educación de los hijos de los inmigrantes.

Además, reclamó el cumplimiento de compromisos ligados al diálogo social, como consolidar el empleo fijo en las administraciones públicas, mejorar las retribuciones de los empleados públicos o aumentar los recursos de la Inspección de Trabajo para que pueda luchar mejor contra la siniestralidad laboral, la temporalidad y la economía sumergida.

POCOS RECURSOS

Por su parte, el secretario general de CCOO, José María Fidalgo, hizo una valoración general positiva de la asignación de los recursos, que su sindicato no discute, pero sí incidió en que los instrumentos del Estado central "se han quedado pequeños" ante la descentralización de competencias y la asignación de recursos a las comunidades autónomas.

El Gobierno se ha "preocupado de repartir la capacidad fiscal", lamentó Fidalgo, "pero no sé dónde están las normas de corresponsabilidad fiscal". A la política presupuestaria, dados estos elementos, le falta "coordinación e instrumentos potentes".

"Estamos de acuerdo con la línea teórica de las asignaciones" del presupuesto, "pero estamos hablando de cantidades que tienen muy poca incidencia en la economía", como, por ejemplo, que un alza del 27% en educación se hace sobre 1.800 millones, que es el presupuesto del Estado para esta materia, cuando las regiones destinan 40.000 millones. El Estado central está "un poco raquítico", sentenció.

Además, Fidalgo reclamó un mayor esfuerzo en materia industrial, y espera ver el desarrollo del proyecto de ley de protección a las personas en situación de dependencia.

MÁS GASTO SOCIAL

En nombre del Gobierno habló el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, quien indicó que la reunión se había centrado en buena medida analizando las partidas sociales del presupuesto, en el que el gasto social crecerá un 7,4%, siete décimas más que el total del gasto, que lo hará un 6,7%.

"Hay un acuerdo", concluyó Ocaña, y posiciones "cercanas" sobre las líneas generales tanto del nivel de gasto social como de la prioridad del gasto productivo en infraestructura, I+D y educación.