Lo hizo con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una efeméride ante la que recordó que el trabajo infantil “prevalece en los países y zonas más pobres, donde las niñas y niños se ven obligados a contribuir en la renta familiar para garantizar su supervivencia”.

Ante esta situación, llamó a actuar, “con especial atención”, mediante medidas de protección a la infancia, en aquellos países y comunidades más depauperados y sin acceso a sistemas de protección social, ni atención médica.

En ese sentido, subrayó que los sectores de actividad más proclives a la aparición de casos de trabajo infantil son aquellos donde hay menor representación sindical, como la agricultura y la ganadería, los negocios familiares o los trabajos informales.

Por ello, consideró “fundamental” incrementar la inversión pública, formalizar la economía informal, impulsar medidas centradas en la infancia y avanzar en la protección social, jurídica y económica que se ofrece a los chavales y a sus familias.

“Un adecuado y potente sistema de protección social previene y reduce la pobreza y la vulnerabilidad de las familias, disminuyendo así los principales factores que impulsan el trabajo infantil”, concluyó UGT.