Para UGT, "las negociaciones que se han llevado a cabo durante el último mes entre el Insalud y la CESM con la mediación del ex vicepresidente del Gobierno con la UCD Fernando Abril Martorell, responden a una puesta en escena de las tres partes para tratar de justificar ante la opinión pública, por un lado, una huelga de carácter exclusivamente político, que nunca debió producirse, y, por otro, el primer paso para desmantelar el istema público sanitario".

A juicio del sindicato, "el resultado de las negociaciones refleja, una vez más, la torpeza de la Administración sanitaria, que en ningún momento ha logrado entender el fondo político de las reinvindicaciones de la CESM".

UGT considera que el Insalud abordó erróneamente desde su inicio el conflicto de los médicos, al acceder a negociar una solución fuera del marco de la Mesa Sectorial de Sanidad, en la que están presentes los sindicatos representativos del sector. Asimimo, señala que la CESM con este acuerdo "ha logrado recuperar el control de la gestión de los hospitales".

El sindicato considera intolerable la excesiva duración de este conflicto y los graves perjuicios que ha ocasionado a todos los ciudadanos.

Otro de los aspectos inaceptables que, para UGT, incluye el acuerdo entre el Insalud y la CESM es la creación de la "lista azul", ya que, a juicio del sindicato, los médicos con esta medida "sólo pretenden recuperar las retribuciones que perdieron durant el conflicto".

Según UGT, "la Administración va a poner al servicio de los facultativos los medios y el personal necesario para atender las prestaciones que no se llevaron a cabo durante la huelga, dotando la realización de este servicio con partidas extraordinarias sólo para los médicos".