Según UGT, aunque el decreto de 1985 que regula la relación laboral especial del servicio del hogar supuso en su momento un paso positivo, al establecer unas condiciones mínimas en un sector completamente desregulado, "con el tiempo se ha demostrado que esta regulación permite un situación en la que los empleados se ven discriminados respecto al resto, quedando en una situación de desprotección".

UGT aseguró hoy que las cerca de 335.000 personas afectadas por esta regulación padecen discriminaciones en el salario, la jornada laboral, la finalización del contrato y la cobertura social. Esta situación afecta sobre todo a las mujeres, que ocupan el 88% de estos empleos y que en su mayoría tienen escasos recursos, responsabilidades familiares y dificultades para acceder a otros epleos. Además, buena parte de ellas son inmigrantes, lo que añade problemas de tipo cultural, social y económico.

UGT defiende que, dado que son personas con especiales necesidades de protección social, la regulación de este tipo de trabajo debería contemplar una mayor protección para estos trabajadores. A su juicio, la obligatoriedad de registrar los contratos por escrito, el control de los salarios y los despidos, y el acceso a prestaciones por desempleo son, entre otras, las reivindicaciones que prpone UGT.

Estas peticiones, que se recogen en un folleto informativo editado por UGT que se repartirá entre los trabajadores, serán trasladadas por el sindicato a los distintos agentes implicados en la reforma de la normativa vigente.