Madrid acoge al 40% de los empleados de hogar de origen extranjero dados de alta en la Seguridad Social, en cualquiera de sus tres modalidades: interno, externo o por horas, dice el sindicato en una nota de prensa.

La labor de estos inmigrantes sirve para cubrir el hueco dejado en el hogar por las mujeres que se han incorporado al mercado laboral. De no ofrecer estos servicios, sería necesario crear de forma inmediata unas 40.000 plazas residenciales en centros de atención a mayores, establecer un servicio de asistencia a domicilio suficiente para otros 30.000 y 60.000 nuevas plazas en guarderías. Según UGT, un total de 70.000 extranjeros irregulares han hecho del servicio doméstico su medio de vida en la capital. De ellos, dice el sindicato, hasta el 2008, unos 28.000 conseguirán normalizar su situación y mejorar sus condiciones de trabajo.