El responsable ugetista acusó al Gobierno de José María Aznar de "intentar sustraerse de un debate que está atravesando toda Europa y que da respuestas efectivas frente a la situación del desempleo, como es la reducción del tiempo de trabajo".

Para Ferrer, propuestas como la del Gobierno portugés, que ya se puso en práctica en Bélgica, o las de los gobiernos francés e italiano "son iniciativas interesantes", aunque dejó claro que los sindicatos son partidarios de reducir la jornada laboral a las 35 horas en el horizonte del año 2000 a través de la negociación colectiva.

Criticó que en España se da la paradoja de que existe un compromiso de abrir la discusión sobre la reducción de jornada en el ámbito de la negociación entre empresarios y sindicatos, "y el Gobierno, en lugar de fomentar y prpiciar este tema y enmarcar qué tipo de políticas podría desarrollar, lo único que está haciendo es intentar quitarse de enmedio en este tema".

A juicio de Ferrer, esto es una continuación de la política "errónea" que desarrolla el Gobierno del PP de pensar que en los temas de empleo no tiene que tener una implicación directa, como demuestra, dijo, el "frustrante" programa plurianual sobre empleo y la "decepcionante" política de empleo que contienen los Presupuestos del Estado para 1998.

HORAS EXTRA

El responsable de UGT apuntó que el Gobierno, además, tendría que tener una implicación directa en la reducción y supresión de las horas extraordinarias, "pero claro, es un Gobierno que como empleador abusa de la utilización de las horas extraordinarias", afirmó.

Ferrer explicó que las negociaciones entre empresarios y sindicatos para abordar la reorganización del tiempo de trabajo y la reducción de jornada acaban de iniciarse y que están en la fase de elaboración de un sumario y de realización e un diagnóstico sobre la situación actual.

No obstante, reiteró que el objetivo sindical es avanzar hacia las 35 horas en el entorno del año 2000, combinando la reordenación del tiempo de trabajo con su reducción a través de una flexibilidad negociada de la jornada laboral, y con participación sindical en el desarrollo de todos los temas referidos a organización del tiempo de trabajo.

El secretario de Acción Sindical de UGT se mostró seguro de que de esta manera y limitando las horas extraordinaias se llegaría a una optimización de los recursos humanos en las empresas y a un aumento de la productividad, lo que permitiría generar empleo a jornada completa y a tiempo parcial.