Para los responsables de UGT, esa privatización pone en juego el futuro del IMD, así como lo que significa: acercamiento del deporte al ciudadano, cultura de ocio y tiempo libre, y el fomento del deporte base.

"El argumento que se esgrime de las pérdidas económicas, así como la situación ruinosa, no es extrapolable al servicio que se da al ciudadano, acercándose a los 15 millones de usos deportivos que se expendieron el año pasado, por lo que el argumento económico no se sostiene, sino que lo unimosa la incapacidad gestora del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid", aseguran los dirigentes de la central.

A su juicio, la "venta del IMD no haría más rentable la institución, pues con el ejemplo que tenemos acutalmente de las instalaciones privatizadas, no ha hecho sino encarecer más la gestión, ya que el Ayuntamiento corre con el gasto corriente y además subvenciona a las empresas adjudicatarias".

Por último, la privatización del IMD supondría la eliminación de puestos de trabajo, el amento de tarifas y una política restrictiva de acceso a las instalaciones deportivas, según concluye UGT.