Este sindicato recordó en una nota que "el proceso negociador que se mantuvo durante la elaboración del Reglamento de Extranjería formaba parte de la Mesa de diálogo social; fue por lo tanto, tripartito".

"Administración, patronal y sindicatos contribuimos a fijar unas reglas de juego. Pero se está produciendo una normalización a la madrileña, que no es buena para los trabajadores extranjeros", añadió UGT.

En este sentido, destacó que "el proceso está muy vinculado al mercado de trabajo, pero la realidad laboral madrileña nos demuestra que los empresarios que actúan en la economía sumergida, y abusan de los trabajadores autóctonos y extranjeros regulares o irregulares, son muchos y no aprovecharán este proceso, ni ningún otro, para regularizar los puestos de trabajo, porque perderían competitividad o incluso desparecerían del mercado".

UGT-Madrid consideró que "el procedimiento 'normalizador' servirá en todo caso para identificar a los defraudadores y explotadores, y exigirá que la Inspección de Trabajo, e incluso la justicia, actúen con toda contundencia, porque estas conductas no son un problema de extranjería, sino de fraude a la Seguridad Social, competencia desleal, o incluso de posibles delitos contra la libertad de los trabajadores.