La campaña, que fue anunciada hoy en rueda de prensa por Nicolás Redondo, consistirá en la venta de bonos de apoyo (sin ninguna contraprestación) entre afiliados, simpatizantes y el públio en general. El esfuerzo vendedor correrá a cargo de los militantes.

Los bonos serán de 500, 1.000 y 5.000 pesetas y su colocación se realizará a través de los locales e instituciones de UGT, según explicó a Servimedia el secretario de Administración y Finanzas del sindicato, Sebastián Reina.

El presupuesto de UGT para 1991 prevé unos gastos de 3.344 millones de pesetas, un 42,9 por ciento más que en 1990. Los ingresos previstos crecen un 42,45 por cien, gracias sobre todo a la consecución de 15.000 cotizaciones netas más. El déficit resultante será de 283 millones de pesetas.

Las partidas más destacadas del presupuesto son las destinadas a acción social, que contará con 175 millones para actividades relacionadas con la mujer, juventud y servicios sociales; formación sindical, que tendrá 272 millones; inversiones en inmuebles y servicios, a la que se asignarán 500 millones; y asesoramiento a delegados sindicales de UGT.

Por otra parte, UGT no ha cerrado todavía el balance de ingresos y astos del año 90, a la espera de contar con los datos definitivos sobre el dinero empleado en las elecciones sindicales. Los fondos destinados a este fin superaron los 350 millones de pesetas, de los que más de 100 correspondieron a publicidad.