Así lo confirmaron a Servimedia fuentes sindicales y de la dirección, cuyos portavoces rechazaron el "toque" de eventualidad que el sindicato le oorga a los directivos de la compañía como consecuencia del adelanto de las alecciones generales.

Para la central, un cambio de Gobierno podría originar un retraso considerable en la negociación del convenio e incluso una posición más dura por parte de la dirección resultante, frente a lo que el equipo de la presidenta de la compañía, Mercé Sala, ha reafirmado su voluntad de continuidad en el supuesto de que el nuevo equipo gubernamental no conlleve un cambio de signo político.

Frente a la posturade la empresa, que considera más acertada una "negociación relajada" que permita tratar todos los temas que desea incluir en el convenio de este año, UGT empieza a plantearse un acuerdo limtado a un año de duración y que contemple poco más que los aspectos retributivos.

La dirección de Renfe propone a las centrales un aumento del 2 por cien en los salarios, dentro del límite que recomienda el Gobierno para las empresas públicas, frente al 6,5 por cien que reclaman UGT y CCOO, mayoritarios en el comitéde empresa, lo que recoge una subida del 4,5 por cien, similar al IPC previsto, más dos puntos de aumento en el poder adquisitivo.

Entre los motivos que alegan las centrales para justificar su petición salarial en 1993 figura el incremento de la productividad en la compañía durante 1992, un 9,4 por cien, lo que se hace incompatible con la propuesta de aumento salarial que ha hecho la dirección.

Aunque los responsables de Renfe consultados por Servimedia no han concretado cuales son los puntos de cuerdo en la mesa de negociación, fuentes solventes de la empresa han asegurado que es posible un acuerdo rápido sobre el tiempo de vigencia del acuerdo, mientras que en lapróximas semanas se decidiría qué aspectos son los que se incluyen en él.