En un comunicado, UGT señala que la política de inmigración debe ir más allá del control de fronteras, y debe abordar igualmente las causas de la inmigración, teniendo en cuenta a los países de origen, la necesidad de crear oportunidades en éstos, profundizando en los derechos y deberes de los extranjeros no comunitarios y en su progresiva equiparación con los de los ciudadanos comunitarios.

A juicio del sindicato, el desarrollo de un pacto de Estado de la Inmigración en España es vital para impulsar y servir de ejemplo a un acuerdo a nivel europeo. Y este pacto a nivel nacional entre los grupos parlamentarios, tal y como demanda la sociedad española, comienza a ser posible con el paso dado para la creación de la subcomisión parlamentaria que tratara de consensuar una serie de principios en torno a la política de inmigración.

Para UGT, el acuerdo político, sin embargo, no puede obviar el acuerdo social, ya que se desaprovecharía la oportunidad para alcanzar un auténtico pacto de Estado si el resultado de buscar el consenso de los grupos parlamentarios fuera únicamente un acuerdo sobre la necesidad de reformar la Ley de Extranjería para evitar la inmigración irregular.

En su opinión, la política de inmigración nacional y europea es algo más que lucha contra la inmigración irregular, así "debe contemplar el diseño de una política a largo plazo, debe abordar con seriedad y compromiso la necesidad de crear oportunidades de vida digna en los países de origen y establecer mecanismos que faciliten la inmigración regular".

UGT cree que tanto a nivel nacional como europeo, si se considera el componente laboral de los flujos migratorios y la presencia de trabajadores no comunitarios en los mercados de trabajo, es imprescindible el concurso de los interlocutores sociales, empresarios y sindicatos.

Ésta es la forma, a juicio de UGT, de garantizar la estabilidad de la política de inmigración y la integración sociolaboral de los inmigrantes.