UGT demanda además a la entidad financiera que descarte "intereses foráneos", como el demostrado por la ultinacional francesa General Sucriere.

Además, la Federación de Alimentación critica el hecho de que, por un lado, el Gobierno se manifieste en contra de los monopolios industriales públicos, mientras que por otro favorezca la creación de monopolios privados. El sindicato advierte que esto es lo que está pasando con la entrada de Ebro (controlada por el BCH) en Azucarera y la fusión prevista de las dos sociedades.

"No podemos comprender cómo la Administración y concretamente el Ministerio de Agrcultura puede avalar una operación de estas características", dice UGT. La central opina que se debe conservar la distribución comunitaria de la cuota azucarera por países, y no por empresas "como pretenden las grandes multinacionales".