Según indicó a Servimedia el secretario de Comunicación e Imagen de UGT, Antonio Ordóñez, el sentimiento actual en la central es de "honda preocupación" por la decisión de los críticos de no dimitir, tal y como les había pedido el resto de la direción, "ya que han provocado que exista una Ejecutiva paralela".

Entre las alternativas que podría adoptar UGT el próximo martes figura la de convocar un Consejo Confederal para que todas las representaciones del sindicato opinen sobre cómo resolver esta crisis de dirección, o bien acudir a un Comité Confederal para que directamente adopte una decisión.

Según ha podido saber Servimedia, esta última hipótesis no es la deseada por la mayoría de la Ejecutiva, ya que hubo un Comité hace poco en el que urgió la disidencia, a pesar de que tanto la actual dirección del sindicato como su gestión obtuvieron el respaldo de la mayoría.

Con esta reacción, UGT abre un periodo de reflexión para adoptar la solución más adecuada, después de que el secretario de Acción Sindical, José Luis Daza; el de Acción Social, Gustavo Gardey, y la secretaria confederal Dionisia Muñoz anunciasen su decisión de no dimitir.

Estos tres sindicalistas se negaron a apoyar las decisiones de la Ejecutiva de UGT, de la que formn parte, ante el último Comité Confederal.

Esa medida, según Ordóñez, "es muy grave", ya que ha roto la cohesión interna que debe imperar en todas las decisiones de la Ejecutiva, que "no debe ser confundida con la pluralidad".