Ala conclusión de las "Jornadas Confederales de Acción Sindical y Negociación Colectiva 2002", Méndez, en rueda de prensa, indicó que este "euroacuerdo confederal", como lo definió, era necesario por la llegada del euro y añadió que el proceso de discusión sobre reforma de la negociación colectiva ha servido para eliminar "algunas reticencias" sobre la conveniencia del mismo.

En su opinión, este proceso negociador, que se iniciará el lunes con una reunión que mantendrá con José María Fidalgo, secretari general de CCOO, y José María Cuevas, presidente de CEOE, tiene un "gran valor estratégico", ya que los agentes sociales recuperan un modelo basado en su autonomía y protagonismo.

Méndez dijo que la fijación de una recomendación de incremento salarial "no debería ser el contenido más trascendente del Acuerdo Interconfederal", aunque abogó por una subida del 3,2%, una propuesta "abierta y flexible" a la discusión con CEOE y CCOO.

Para el líder de UGT, "lo más importante en este momento" debe ser errar una propuesta unitaria con CCOO, que se mantenga "hasta el final" y permita una conclusión satisfactoria del proceso para ambos sindicatos y también para CEOE.

Una propuesta que debe tener como eje principal el mantenimiento del empleo, con especial atención a los 3,3 millones de trabajadores con contrato temporal, "con los que se podría hacer un ajuste muy importante de las plantillas".

El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, añadió que el proceso de negociación del Acuerdo Iterconfederal debe ser "intenso y rápido", para no generar incertidumbre sobre los convenios colectivos que se tienen que empezar a negociar en enero, sino "confianza y fluidez".

Entre los objetivos de UGT, además del mantenimiento del empleo y el citado incremento salarial del 3,2%, está la universalización de las cláusulas de revisión salarial, establecer mecanismos de control sobre las retribuciones variables y potenciar la previsión social complementaria con planes de pensiones colectivos a nivel ectorial.

También debería proteger los derechos de los colectivos "más desfavorecidos", caso de jóvenes, mujeres y trabajadores poco cualificados. Por último, UGT quiere fortalecer las relaciones colectivas y fijar en los convenios cláusulas de garantía de los derechos fundamentales, que proteja del acoso moral y sexual y permitan un uso libre y confidencial de las nuevas tecnologías.