Según un estudio elaborado por los técnicos de UGT -basado en los datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 1999-, al término del pasado año había en el mercado laboal español 3.650.000 contratos temporales, lo que supone unos índices de temporalidad del 36,3% en el sector privado y del 19,6% en el público.

De estos contratos, un total de 1.100.000 trabajadores llevaban en el mismo puesto de trabajo más tiempo del que constaba en el contrato en vigor, lo que significa que les habían hechos varios contratos temporales consecutivos o bien habían firmado prórrogas para mantener el mismo empleo, es decir, se trata de un empleo estable cubierto con temporalidad.

unto a éstos, UGT denunció que los empresarios se niegan a convertir en fijos, en la modalidad de fijos discontinuos, a los 600.000 trabajadores que tienen empleos estables de temporada, especialmente en el sector turístico y agroalimentario, y que "sufren" contratos temporales.

En total, se trata de aproximadamente 1.700.000 trabajadores que no tienen un contrato fijo, a pesar de que el empleo que ocupan es "claramente" estable.

Estos datos fueron presentados hoy por el secretario de Acción Sindcal de UGT, Toni Ferrer, y el secretario ejecutivo confederal, Jesús Pérez, quienes, ante esta situación, solicitaron "reformas legislativas urgentes" para frenar el índice de temporalidad en España, que está en el 33,6% frente al 12,1% de media en el resto de países de la UE.

La comparación es aún más negativa en el caso de los jóvenes, ya que el 73,1% de los españoles de entre 16 y 24 años tienen contratos temporales, el doble del 37,6% de temporalidad media entre los jóvenes del resto de países comnitarios.

MEDIDAS NORMATIVAS

Por ello, Toni Ferrer, aseguró que, dado que el contrato indefinido está funcionando "con éxito" desde la reforma laboral de mayo de 1997, la asignatura pendiente ahora está en el contrato temporal, por lo que hizo un llamamiento especial a empresarios y al Gobierno para tomar medidas cuanto antes.

En este sentido, UGT propone penalizar el coste laboral de los contratos temporales y garantizar que tengan los mismos niveles de formación profesional y de seguridad e hgiene en el trabajo.

Además, y dado que las Administraciones mantienen también un elevado índice de temporalidad, UGT solicita que se retire el tope del 25%, establecido para la reposición de vacantes en la Administración.

Finalmente, se instará un cambio de normativa que fomente la vigilancia por parte de las instituciones del Estado para vigilar las excesivas prórrogas en los contratos, la rotación para un mismo puesto de trabajo y, sobre todo, para controlar la subcontratación que, según Ferre, es la "gran balsa estructural de temporalidad".

UGT advirtió también de la "utilización perversa" que hacen los empresarios de los diferentes tipos de contratos temporales ya que, al abolir un modelo, buscan otro en el que poder "encajar" sus necesidades sin realizar contratos fijos.

Por último, UGT consideró que el debate entre empresarios, sindicatos y Gobierno no debe concentrarse en abaratar el despido ni tampoco en el mantenimiento o no de las bonificaciones a la contratación, sino en fórmlas nuevas para luchar contra la temporalidad.