Méndez insistió en la necesidad de aplicar sanciones a aquellos países que se aprovechen de estas situaciones y estén haciendo competencia desleal. Sugirió, como ejemplo, que se podría cerrar su acceso al mercado europeo.

Añadió que los sindicatos, por su parte, en coordinación con las fuerzas políticas progresistas, ONGs y organismosinternacionales, deberían emprender campañas de boicot o de denuncia contra determinados productos.

En su opinión, la solución a estos problemas pasa por la introducción de una cláusula social en el comercio internacional, que vele por la ética en las relaciones económicas. Aclaró que esto no se debe interpretar como una nueva fórmula de proteccionismo de las economías más prósperas.

Méndez participó en la clausura de la Conferencia Internacional "Los derechos laborales son derechos humanos", quetuvo lugar en Madrid organizada por Solidaridad Internacional y por Iscod Trabajo Solidario.