Así lo manifestó Álvarez antes de participar en un acto organizado por Servimedia, junto al presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda. En este contexto, dijo que le parece “mal” el “rechazo frontal de la CEOE” a la medida, porque ya se encontraba en el Plan Estratégico de la ITSSS.

Además, recordó que no se trató esta cuestión en la negociación de la reforma laboral porque la patronal no lo “quiso”. Pero, a su juicio, la CEOE “sabe que hay que modificar sí o sí el actual sistema de solución de los ERE en nuestro país”.

Asimismo, sostuvo que “esta reforma” está “a medio camino entre lo que planteamos y la situación actual”, que “quiere mantener la CEOE”. Así, explicó que la Inspección emitirá su pronunciamiento, aunque “no sea decisorio”.

No obstante, Álvarez precisó que no le gusta “la forma” con la que se ha adoptado esta medida, porque se debería haber tratado en la mesa del diálogo social y que se hubiera “hablado con la CEOE.

“En este país hay que distinguir los espacios de diálogo social entre la política y los agentes sociales”, avisó el secretario general de UGT, quien defendió que “la política no se puede comer la concertación social”.

SMI

Preguntado por el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), Álvarez dijo que no tiene que ser “una negociación larga” y apuntó que “la semana que viene esto tiene que quedar visto para sentencia”.

En cuanto al informe de los expertos que el Ministerio de Trabajo presentará en los próximos días, Álvarez pidió que no calcule solo cuál debería ser la subida del SMI para que alcance el 60% del salario medio de este año, sino que se haga una proyección sobre 2023, ya que si no, no se cumpliría el propósito del Gobierno e “iríamos con un año de retraso”.

Finalmente, explicó que la horquilla más alta que se está planteando es una subida hasta los 1.081 euros, pero indicó que espera que el Gobierno “sea consciente” de que hay que llegar a los 1.100 euros por 14 pagas.