La discusión surge del hecho de que los datos a diciembre de 1992 entre la EPA y el INEM diferían fuertemente ya que la primera daba un total de paro de 3.047.100 personas, mientras en INEM ofrecía el dato de 2.360.309 parados, de lo que resulta una diferencia de 686.791, un 29,10 por cien.

UGT considera que la metodología de la EPA está"estrictamente contrastada, homologada y aceptada por los organismos comunitarios, además de la OCDE y la OIT", mientras la contabilidad del INEM está sujeta a disfunciones dependiendo de la voluntariedad del desmpleado a la hora de inscribirse.

A pesar de la obligatoriedad de las empresas de solicitar los candidatos a un puesto de trabajo a través de las oficinas de empleo, UGT señala que un amplio colectivo de parados se inscribe "inmediatamente antes de ser contratado y ante el compromiso previo de empresario".

Por otra parte, existe un colectivo que estadísticamente se denomina "desempleaods desanimados" que abandonan las listas del INEM y se retraen ante una nueva inscripción.