Méndez, que analizó "el deterioro" de la situación económica junto al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió al Gobierno que debe "rectificar" en una doble dirección.

Por un lado, abriendo una negociación que satisfaga a los sectores más afectados por a subida del precio de los carburantes, y, por otro, revisando las previsiones macroeconómicas para los presupuestos de 2001, tanto la de déficit cero como la de inflación, para modificarlas al alza.

Cándido Méndez subrayó en todo momento su voluntad de mantener el diálogo social con Gobierno y patronal, más en un momento como el actual. Sin embargo, advirtió que con el cuadro macroeconómico que maneja el Ministerio de Economía para elaborar las cuentas del próximo año "va a ser difícil que podamos avnzar".

En su opinión, el Ejecutivo trabaja actualmente con una previsión de déficit y de inflación que es "irreal" teniendo en cuanta la evolución de la situación en los últimos meses, y que "no encaja con el buen fin del diálogo social".

Méndez subrayó el "deterioro" de la situación económica y el "creciente malestar social" reflejado en las "exitosas" movilizaciones de hoy, y criticó con dureza la "penosa falta de reacción del Gobierno". "No puede seguir haciendo oídos sordos y decir a los ciuaanos aguántense, no se quejen, y procuren consumir menos gasolina", apostilló.

"Si el Gobierno no tiene imaginación para buscar medidas, desde UGT le brindamos las medida razonables que el PSOE presentó ayer públicamente" y que, en su opinión, podrían contribuir a paliar los prejuicios de la subida del precio de los carburantes mientras se alcanza una "auténtica liberalización" del sector.

"LA LUZ AMBAR"

Rodríguez Zapatero aseguró que coincide plenamente con este análisis, y concluyó que "se haencendido la luz ámbar para la economía española". En su opinión, la subida de la inflación y del déficit comercial resultantes del incremento de los hidrocarburos son "suficientes señales de preocupación".

Ambos dirigentes se refirieron también a la posible reforma laboral. Rodríguez Zapatero abogó por cambiar los planteamientos tradicionales y buscar la estabilidad en el empleo en espacios que hasta ahora estaban fuera de esos esquemas.

En su opinión, por ejemplo, "la filosofía del abaratamient del despido empieza a ser antigua en la nueva economía". Además, se mostró convencido de que la estabilidad laboral estará cada vez menos vinculada al marco jurídico y más a la formación de los trabajadores.

Por su parte, Méndez se mostró partidario de "no menear" lo que funciona bien, como la contratación indefinida, y de atajar el "abuso de la temporalidad" que comete actualmente el sector privado, y también el público.

Tanto Rodríguez Zapatero como Cándido Méndez insistieron en la necesidad d resolver el déficit social que tiene en España en los niveles de prestaciones. "No estaríamos en este debate, ni en la tensión presupuestaria y social que vamos a vivir, si el Gobierno hubiera hecho lo que tenía que hacer con la concesión de licencias de telefonía móvil de tercera generación, que ha sido una bofetada en toda regla a los intereses de España, a la agenda social y a la marcha de su economía", dijo el líder socialista.

Ambos expresaron su satisfacción por la "normalidad" instaurada con ete encuentro, que abrirá un proceso fluido de diálogo entre ambas organizaciones, manteniendo la autonomía de cada una de ellas y sus respectivos planos de actuación.