Zufiaur, que dirigió un encuentro informativo sobre la evolución de los salarios en España durante los últimos 10 años, reconoció que esos "mensajes" d recortes sociales se producen casi sistemáticamente todos los años antes de presentar los presupuestos y que "siempre producen inquietud en los sindicatos".

Para el dirigente sindical, el anunciado recorte de gastos sociales confirma lo que "ya dijeron los sindicatos hace tiempo, y es que el 'decretazo' no iba a solucionar problemas como el del Inem, porque sus causas están en la enorme rotación laboral que tiene el país y mientras esto no se arregle seguirá gravando el presupuesto y recayendo sobre odos los españoles".

Además, advirtió que los sindicatos no quedarían impasivos ante una medida así, y que lo primero que harían serían denunciar el "fraude" que supone recortar los gastos sociales, después de haber prometido justo lo contrario "a lo largo y ancho de la campaña electoral".

De confirmarse la medida, dijo, sería interpretada por las centrales como un "handicap" y un "golpe en la línea de flotación sobre el proceso de negociación" del pacto social.

Por su parte, Agustín Moreno ijo que la prueba de que existe un consenso generalizado en contra de reducir los gastos sociales es que ningún partido político se atrevió a hacer esa propuesta durante las pasadas elecciones.

Dijo que el recorte social sería "una carga de dinamita" contra las posibilidades de llegar a un acuerdo por el empleo, a pesar de que reiteró la voluntad de su sindicato a negociar, siempre que el Gobierno no pretenda aplicar un ajuste duro contra los trabajadores.

A su juicio, no es lógico recortar partias sociales en un país en el que el 73 por cien de las pensiones son inferiores al salario mínimo, el gasto sanitario es uno de los más bajos de la CE y el seguro de desmpleo acaba de ser recortado, y además un trabajador español tiene gastarse entre dos y tres veces más que otro europeo para alquilar o comprar una casa.

Advirtió al Gobierno que no confunda la disposición negociadora de los sindicatos con debilidad, y recordó que hace sólo 14 meses que hubo una huelga general contra el decreto que redjo la cuantía de las prestaciones abonadas a los parados.

En su opinión, el Gobierno ya ha amepzado con mal pie la legislatura, en lo político al pactar con la derecha nacionalista la investidura de Felipe González, y en lo económico al insistir en recortes de gastos sociales, como receta para salir de la crisis.

SALARIOS: LOS PAGANOS

En el encuentro con economistas y periodistas organizado por el Insituto Sindical de Estudios de UGT, Zufiaur señaló que hay una sistemática culpabilización de lo salarios en la crisis económica, y criticó el discurso oficial del Gobierno y de los empresarios, que coinciden en afirmar que las rentas del trabajo deben controlarse.

El sindicalista señaló que "una cosa es defender la moderación salarial y otra, aplicar drásticas rebajas" y advirtió que no se deben pedir demasiados sacrificios a los trabajadores porque se corre el riesgo de acabar con la demanda de la economía española.

Según el sindicalista, en los últimos diez años los salarios crecieron meos que la productividad y dejan margen para obtener beneficios e invertir.

Además, señaló que España es un país que ha abaratado el coste del factor trabajo en relación con el capital y las rentas del trabajo han crecido menos que los precios de otros sectores, por lo que una política más rigurosa sobre estos hubiera facilitado tener menos inflación con los mismos salarios.

En su opinión, las estadísticas demuestran que los salarios han perdido participación en el Producto Interior Bruto (PIB) duante los últimos diez años de Gobierno socialista, que en parte la han ganado los beneficios de la empresas.

Señaló que estas valoraciones no significan que la UGT no vaya a mantener su compromiso de moderaciçón salarial a cambio de mayores garantías en el empleo, pero advirtió que "una cosa es defender la moderación, y otra drásticas rebajas".