Unos 40.000 trabajadores tabajan desde el mes de enero en esta campaña, de los que casi el 10 por ciento proceden de Portugal y del norte de Africa.

Muchos de ellos viven, según los dos sindicatos mayoritarios, en chozas, casas deshabitadas e incluso cuadras de animales. En muchas plantaciones y cooperativas freseras no se dispone siquiera de una adecuada instalación higiénico-sanitaria.

"Lo más novedoso" de esta temporada es, para UGT y CCOO, la detección de casos de acoso sexual por parte de algunos propietarios de fincs freseras a algunas jornaleras, las cuales en muchos casos "no han denunciado haber sido agredidas sexualmente ante el temor de ser expulsadas de sus trabajos por los jefes", según las mismas fuentes.

En la presente temporada han sido cultivadas unas 6.000 hectáreas en la provincia de Huelva, buena parte de las cuales han sido exportadas a países de la Comunidad Europea.

La comercialización de la fresa onubense se ha visto altereda en los últimos meses por los incidentes protagonizados por agricltores galos que destruyeron la carga de fresas de camiones españoles para evitar lo que consideran "competencia desleal" con la fresa francesa.