Julián Ariza, miembro de la Ejecutiva de CCOO, explicó a Servimedia que la reducción del tiempo de trabajo es uno de los pilares básicos para luchar contra el desempleo, junto con el crecimiento económico y la búsqueda de empleos en nuevos sectores.

Insistió en la necesidad de tomar iniciativas en materia de reducción de jornada, algunas de las cuales, como es el caso de la semana de cuato días aplicada por Volkswagen en Alemania, a su juicio, "no pueden ser universales. La jornada en cuatro días puede plantearse en determinados sectores y empresas, pero en otros no".

Además de esta medida, Ariza apuntó otras como la reducción "sensible" de horas extraordinarias, el descenso de la jornada como compensación de aumentos de productividad y la disminución de la jornada laboral como consecuencia de una mayor flexibilidad de la jornada horaria.

Explicó que a nivel mundial está claro qu los avances técnicos y científicos han disminuido la necesidad de trabajo humano, y, "por tanto", dijo, "o hay conciencia de esa necesidad de reorganizar el tiempo de trabajo para reducirlo, estableciendo en cada caso las contrapartidas que correspondan en productividad en unos casos y en salarios en alguno, o, desde luego, uno de los soportes básicos de una eficaz lucha contra el paro no funcionará".

Ariza explicó que CCOO todavía no ha concretado su estrategia para la negociación colectiva de 1996,pero aseguró que "es una constante del sindicato priorizar la lucha contra el paro, y eso no es sólo una declaración, sino que tiene mucho que ver con propuestas concretas que tiendan a reducir el tiempo de trabajo para repartir mejor el trabajo existente en cada momento".

Sobre la implantación de la semana de 35 horas, Ariza dijo que "ojalá que pudiera generalizarse", pero "nosotros somos absolutamente conscientes de que en un solo país, cuando las economías son abiertas, una reducción drástica por ly de la jornada de trabajo no es posible porque afectaría a la capacidad de ese país para competir con otros".

En su opinión, este tipo de reducciones "drásticas y generalizadas" de la jornada laboral deben aplicarse con carácter supranacional. No obstante, ello, según Ariza, llevaría mucho tiempo, por lo que es partidario de ir "peleando país por país y convenio por convenio" para reducir sensiblemente la jornada de trabajo.

Ariza señaló que la reducción de jornada no debe ir acompañada, como crterio general, de descensos en los salarios, pero indicó que los sindicatos estarían dispuestos a negociarlo en empresas con elevados salarios y en situaciones como la de Volkswagen en Alemania, donde la reducción de jornada y salarios ha permitido salvar 30.000 empleos.

TRABAJAR TODOS

En los mismos términos se expresó, en declaraciones a esta agencia, Pedro Díaz Chavero, secretario de Acción Institucional de UGT, que también aceptó negociar reducciones de jornada acompañadas de bajadas salariales e trabajadores con altas retribuciones y situaciones concretas como la de Volkswagen.

Díaz Chavero indicó que el principal problema de España es el desempleo y "hay que tomar las medidas necesarias para acabar con él", entre las que destacó la de abordar el reparto del empleo y la reducción del tiempo de trabajo, porque "es evidente que la productividad está aumentando considerablemente en nuestro país".

Explicó que en la negociación colectiva de 1996 su sindicato planteará la discusión del repart del empleo disponible "empresa a empresa, sector a sector y convenio a convenio". No obstante, Díaz Chavero cree que esta cuestión debe plantearse de manera global y a nivel nacional.

Según Díaz Chavero, esto no significa que haya que introducir un acuerdo general, sino ver de manera global y nacional los excedentes empresariales, los aumentos de la productividad, la situación de los sectores y otros aspectos, para "plantear de una vez este asunto". "No se trata de trabajar menos", añadió, "sino tal ez de trabajar menos horas para trabajar todos".

Díaz Chavero no sabe si reducciones de jornada como la aplicada por Volkswagen en Alemania podrían aplicarse en España a medio o corto plazo, "pero lo que sí digo es que las fórmulas empleadas por el Gobierno y los empresarios para acabar con esta lacra tan importante del desempleo no están dando resultados".

"Lo que se trata es que de una vez por todas, el esfuerzo salarial realizado en los últimos años por los trabajadores en este país, deje de cncretarse en mayores excedentes empresariales, sin ninguna garantía de que esos excedentes van a repercutir en la creación de empleo y la mejora del sector productivo", concluyó.