Durante 15 meses cerca de 10.000 delegados de ambas centrales informarán sobre los derechos de los representantes de los trabajadores y la legalidad de los comicios.

Según explicó a Servimedia el secretario de Organización de Comisiones Obreras, José Manuel de la Parra, "esperamos que sean plenamente democráticas y sin las irregularidades de otros años, con lo que se reforzará la unidad de acción que en otras elecciones, especialmente las de 1990, se deterioraa".

Otro de los objetivos, tanto de UGT como de CCOO es extender las elecciones en las pequeñas y medianas empresas donde existe una mayor resistencia a la presencia del sindicalismo y una precaridad en el empleo "por el que los trabajadores están más amenazados", señaló De la Parra.

Los sectores en los que se hará una mayor propaganda serán el comercio, la hostelería y la construcción al existir una mayor concentración de 'pymes`.

El dirigente de Comisiones aseguró que los delegados intentaán informar e intersarse de los problemas de los trabajadores, ya que, "nos nos mueve puramente el interés electoral".

PSV

De la Parra, quien no renunció a hacer eco de las garantías que da CCOO a los trabajadores, no cree que la crisis de PSV y la marcha de Nicolás Redondo al frente de la dirección de UGT vayan a jugar en favor de la central que lidera Antonio Gutiérrez.

"Los trabajadores juzgan a la hora de elegir a sus representantes a aquellos compañeros que más se han destacado por la defesa de sus intereses. Enjuician al candidato", manifestó.

Las elecciones que comienzan mañana y que se extenderán hasta finales de 1995, son las primeras que se desarrollan con la nueva normativas sobre elecciones sindicales, que fue acordada entre UGT y CCOO con el Ministerio de Trabajo y que no cuenta con el apoyo de los sindicatos minoritarios.