Según las centrales, más del 80 por ciento de los empresarios y propietarios de las plantaciones de fresas están infringiendo la normativa laboral, al no ofrecer a los trabajadores servicios elementales, como medios de transporte y alojamientos adecuados, ni las mínimas condiciones de seguridad e higiene.

El Sindicato del Campo de CCOO ha presentado desde el mes de febrero, fecha en la que se inició la campaña de la fresa, 75 denuncias ante la Inspección de Trabajo, mentras que las interpuestas por la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT ascienden a 300.

La Inspección de Trabajo de Huelva está visitando durante las últimas estas plantaciones, para supervisar la aplicación de las normas laborales.

Según dijo a Servimedia Antonio Márquez, Secretario Provincial del Sindicato del Campo de CCOO, "entre estas irregularidades figuran, por ejemplo, la carencia de un grifo donde los trabajadores se puedan lavar las manos, ya que otro tipo de servicio para elaseo sería impensable para los empresarios".

Antonio Márquez añadió que el transporte de los trabajadores no cumple las normas de seguridad. CCOO asegura haber comprobado que vehículos con capacidad para diez personas son utilizados para trasladar a más de veinte jornaleros.

Por su parte, el secretario de la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT, Francisco Javier Colomer, criticó duramente a la Dirección Provincial de Trabajo, por considerar que permite que los temporeros trabajen hasta 5 horas seguidas en los almacenes, sin el descanso establecido.

Las condiciones de alojamiento también fueron denunciadas por los sindicatos, ya que, aseguraron, numerosos trabajadores deben pernoctar en los centros laborales en penosas condiciones. Además, las centrales afirman que los propietarios tampoco han favorecido que los hijos de los temporeros pudieran seguir estudiando.

Los sindicatos denunciaron también el gran número de extranjeros que están trabajando en la recolección de la fresa sn los permisos necesarios.