Sendas delegaciones de ambas centrales se reunirán mañana para concretar el día y la hora de realización del paro, a fin de conseguir que tenga un seguimiento masivo por parte de los trabajadores y organizacines pacifistas, ciudadanas y otras de carácter social.

La Ejecutiva de UGT aprobó esta mañana una resolución en la que asegura que el permiso concedido por el Gobierno para que los bombarderos norteamericanos B-52 "despeguen cargados de bombas desde suelo español nos implica directamente en esta guerra".

A juicio de UGT, "a la irresponsabilidad del Gobierno español por implicarnos en esta guerra hay que añadir la vergonzosa actitud de ocultación a la opinión pública de estos hechos. Ha sido necesrio -recalca- que un diario norteamericano hiciese pública la noticia para que los españoles conociésemos el uso, específicamente bélico, que se está haciendo de las bases".

UGT considera que la utilización de las bases por los B-52, "junto a la permanencia de ocho buques de guerra españoles en la zona de conflicto, responde al sometimiento del Gobierno español a la opción militar como la única posible".

La central socialista considera que "España no debe participar en la guerra bajo ningún conceto y ninguna forma", por lo que exige que las unidades navales destacadas en el Golfo se retiren inmediatamente de la zona del conflicto.

Comisiones Obreras ya convocó un paro de dos horas contra la guerra el pasado 18 de enero, al día siguiente de comenzar las hostilidades.

En aquella ocasión, UGT rehusó sumarse a la protesta, si bien ambos sindicatos llegaron a un acuerdo para crear una plataforma contra la guerra, a fin de apoyar y promover manifestaciones y acciones por la paz en el Golfo.

La convocatoria de paros por parte de los sindicatos en protesta por la guerra del Golfo fue duramente criticada hoy por el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, para quien la empresa no es el ámbito adecuado para este tipo de acciones.

En un discurso pronunciado ante la asamblea de la patronal, Cuevas afirmó: "Algo marcha mal en los sindicatos cuando sus sistemas de actuación abusan tanto de la presión política, se han puesto en huelga hasta por la guerra del Golfo, y recurren con demaiada frecuencia a la violencia y la coacción".