Sin embargo, opinó que el tratado está "desequilibrado", al centrarse en la unión monetaria y descuidar la cohesión económica y social de los países miembros. Por esa razón, se mostró partidario de adelantar la Conferencia Intergubernamental prevista para 1996, con el objetivo de reinterpretar algunos puntos del acuerdo.

Aún así, Zufiaur dijo en rueda de prensa que el sindicato da su "sí crítico y convencido" al acuerdo comunitario, al enender que el "no" a Maastricht supondría el reforzamiento de una CE basada sólo en el libre cambio.

UGT lanzará una campaña de divulgación sobre el Tratado de Maastricht, que incluirá el reparto de folletos explicativos entre sus afiliados y simpatizantes, y la edición de un libro, del Observatorio Social Europeo, que expone los cambios que acarreará la unión económica y monetaria.

Paralelamente, el sindicato prepara otro documento, que enviará a partidos políticos, organizaciones sociales y Gobirno, en donde señalan aquellos aspectos que, a su juicio, deberían cambiarse.

Entre ellos, no sacrificar los objetivos de la convergencia real a la convergencia monetaria; darle al Parlamento Europeo más funciones legislativas y de control de la Comisión; una política social que defienda la solidaridad democrática y aumente la cohesión regional; y una interpretación "flexible" de los acuerdos.

ENANO POLITICO

En este sentido, Zufiaur afirmó que "Europa no puede ser un gigante económico y un enan político" y pidió que aumente el control de los órganos comunitarios sobre las decisiones meramente monetarias.

Asimismo, el secretario confederal de UGT dijo que el sindicato no está en contra de un referéndum en España para ratificar el tratado, pero que no lo solicitará porque no cree que este mecanismo sirva para solucionar la complejidad en que está inmersa la Unión Europea.

Zufiaur aseguró que un "no" francés al Tratado de Maastricht sería "un golpe muy fuerte para la construcción europea esde el punto de vista político, ya que reforzaría la tendencia de la fuerzas que sólo quieren un zona de libre cambio".

A su juicio, Europa tiene grandes problemas que solucionar, entre las que destaca una política adecuada con los países ex-comunistas del Este, que van a producir oleadas de emigración hacia los países comunitarios.