Con esta iniciativa, la central ugetista pretende incidir en la demanda para que se readmitan los 26 trabajadores despedidos por la crisis que desencadenó el abandono de la actividad en la factoría, tras el embarrancamiento del "buque Casón" y el traslado de parte de su carga tóxica a las instalaciones de Alumina-Aluminio.

Según UGT, la intervención de estos trabajadores en la crisis se produjo en su calidad de representación de ls trabajadores de la empresa.

Además, el sindicato considera un "despropósito" y una "injusticia manifiesta" que estas 23 personas hayan sido "las únicas víctimas de ese desgraciado accidente", a pesar, añaden, de que "existieron numerosos errores y responsabilidades de todos los intervinientes en quel suceso".