Según indica el sindicato en un comunicado, la decisión del BCE "tiene dos caras", ya que puede contribuir a moderar la inflación, al desincentivar el consumo, pero, al tiempo, endeudará más a las familias.

El euribor lleva once meses de aumentos continuados, recuerda el sindicato, y más de la mitad de los hogares españoles tienen algún grado de dificultad para llegar a fin de mes y el 60% de ellos no pueden dedicar dinero al ahorro o dedican muy poco.

UGT reclama una política antiinflacionista más decidida, con el compromiso de todas las Administraciones y empresas en el control de precios; que los trabajadores logren ganancias de poder adquisitivo, rebajando así su dependencia del endeudamiento; una política de vivienda eficaz que reduzca sus precios, y la consolidación del cambio de nuestro modelo productivo, para mejorar la competitividad y productividad de nuestra economía.