Según denunció hoy el sindicato, los mecanismos de disuasión para que los alumnos inmigrantes no acudan a los centros concertados son "de lo más diverso, desde el ideario confesional del centro, pasando por el precio del comedor hasta de las actividades extraescolares obligatorias y muy costosas".

Pero "el principal obstáculo para la distribución equilibrada del alumnado inmigrante es la alta ratio de ocupación de los centros concertados, que les permite establecer limitaciones en el proceso de admisión, al haber siempre plazas insuficientes en relación a las peticiones".

El comunicado de UGT responde a la rueda de prensa que convocó esta mañana la patronal FERE-CECA, en la que se afirmó que "más de un 75% de los hijos de inmigrantes ya asentados en Madrid capital se escolarizan en los centros concertados".

RESERVA DE PLAZAS

Para UGT, el peso que supone la integración de los inmigrantes a través de la escolarización no puede recaer, exclusivamente, en la escuela pública. Por eso, afirmaron que "es preciso que la Administración autonómica imponga un reparto más equitativo de los alumnos".

Para ello, propuso que se establezca una reserva suficiente de plazas en todos los colegios de Madrid sostenidos con fondos públicos (públicos y concertados).

El propósito de esta propuesta es "mantener unas 10.000 plazas para los alumnos, en su mayoría inmigrantes, que se incorporan a lo largo del curso escolar, en condiciones de igualdad en cualquier centro, el que más convenga con los criterios de escolarización generales".

Según los datos publicados por el Ministerio de Educación y Ciencia, al finalizar el curso 2005-06 había escolarizados en Madrid 951.597 alumnos, de hasta 18 años, en Enseñanzas de Régimen General. De ellos, 114.566 eran de origen extranjero, es decir, un 14,04% del total de los alumnos madrileños, habiéndose producido un incremento de 11.588 estudiantes foráneos, con respecto al curso 2004-05.