Francisco Sancho fue expulsado del sindicato tras conocerse la desaparición del dinero que se iba a destinar a los gastos de campaña de las elecciones sindicales.

El dinero procedía de las aportaciones por el trámite d expedientes de regulación de empleo de personas no afiliadas que trabajaban en una empresa cementera de Burjassot (Valencia) el pasado año. Esos seis millones de pesetas fueron a parar de forma ilegal a una cuenta personal de Sancho, a pesar de no estar permitido por los estatutos del sindicato.

La federación supo el pasado mes de julio la existencia de irregularidades en relación al dinero y, tras una investigación, determinaron que Sancho era el responsable de la desaparición del dinero, según las ismas fuentes.

El presidente de la comisión gestora creada tras la destitución, Dionisio García, aseguró que "la federación actuó inmediatamente al conocer los hechos" y por ello descarta que haya repercusiones en las elecciones sindicales o que se dañe la imagen de la UGT.

Además de Sancho, otras dos personas han sido destituídas de sus cargos, Alfonso Ayala, como secretario de Organización y María José Ramos, como secretaria de Formación, ya que ambos conocían la existencia de la cuenta privada