Concretamente, el sindicato denuncia en un comunicado que los enfermos pendientes de ingreso han duplicado la capacidad del servicio y triplicado la ocupación habitual, "lo que obliga a los enfermos a permanecer en los pasillos durante días, muchos de ellos pendientes de intervención quirúrgica".

Según la central sindical, el personal encargado de este servicio está compuesto por una sola enfermera y un auxiliar de enfermería, que "se ven obligados a asumir unas cargas de trabajo que no permiten dedicar el tiempo necesario a cada paciente".

También advierte de que durante este verano "la situación puede verse aún más agravada, ya que está previsto el cierre de más de 25% de las camas".

"Las prioridades de la Consejería de Sanidad parecen estar claras: dar prioridad absoluta a las listas de espera quirúrgica frente a los enfermos que ingresen a través de los servicios de urgencia, aunque su estado sea más crítico. Se está dando prioridad a los criterios políticos frente a los asistenciales en la Comunidad de Madrid", sentencia UGT.