Este sindicato denuncia en un comunicado que "aunque hay muchos trabajadores extranjeros que reúnen los requisitos para participar en el proceso, y que han mantenido una relación laboral continuada, a veces durante años, (el último proceso extraordinario de regularización fue en 2001), están siendo despedidos por sus empleadores, y sustituidos por otros extranjeros recién llegados, más vulnerables"

UGT-Madrid insiste en que para esclarecer los hechos y las responsabilidades a que hubiera lugar, es imprescindible contar con la colaboración de los trabajadores que sufren las consecuencias de esta situación de la economía sumergida y que en la mayoría de las ocasiones son trabajadores extranjeros.

Ante esta situación, UGT-Madrid recuerda que el artículo 36.3 de la Leyde Extranjería ordena que "el empleador deberá solicitar la autorización administrativa previa a la contratación de un trabajador extranjero, y aunque esta obligación legal no se cumpliera, la relación laboral, establecida de hecho, sigue siendo un contrato válido respecto a los derechos de este trabajador".